Recuperar la chispa
Sua, fuego. Txinparta, chispa. Alai, alegría. Lan, trabajo: O sea lo que no se negocia. A eso va mañana el Unicaja Banco Oviedo a Azpeitia. A recuperar la alegría, chispa, el fuego partiendo de lo que le es propio: el rebote y la defensa; el trabajo. En palabras de Natxo Lezkano: «necesitamos un día de alegría, de meter esos tiros abiertos que estamos fallando».
Y lo hará el cuadro ovetense ante un rival incómodo, Iraurgi ISB en una cancha difícil donde deberá reencontrar las mejores sensaciones para tratar de retomar la senda del triunfo tras dos partidos, al menos, muy por debajo de sus primeras prestaciones en la liga antes de la irrupción del covid.
«Necesitamos jugar con un poquito más de chispa en ataque y seguir haciendo las cosas bien en defensa, las cosas que no requieren talento. Necesitamos un día de alegría, de acierto y creo que si tenemos un día bueno vamos a estar mejor en el plano anímico», ha evaluado el técnico en la previa cuando ha descrito el estado del equipo tras la derrota del pasado sábado ante HLA Alicante.
El preparador advierte que el bajón del equipo es «más de cabeza» que de piernas. La semana pasada apenas pudo contar con un puñado de profesionales para prepara el partido y otros siguen recuperando estado físico tras superar la enfermedad. No es excusa, empero: «Nos somos los únicos que hemos pasado por esto, tenemos que tirar para adelante con lo que tenemos», ha resuelto.
En cuanto a la nueva incorporación, el escolta Paul Jorgensen, Lezkano ha explicado que «ha llegado con muchas ganas». «Creo que nos da aire fresco que necesitábamos» para llenar el vacío de la marcha de Harald Frey. «Todavía es pronto, acaba de aterrizar y ahora mismo está recibiendo mucha información en poco tiempo veremos cuánta puede asimilar», ha añadido sosteniendo que calcula que a medio plazo va a ser una pieza importante en el equipo.
En cuanto a Iraurgi, Lezkano no se fía. No es para menos. En el primer partido en casa esta temporada el joven equipo gipuzkoano a punto estuvo de dar la sorpresa en Pumarín. Días más tarde ganaría a todo un Estudiantes.
«Es una cancha especial, diferente. Con una grada, tampoco es que nosotros tengamos un pabellón de ACB pero visualmente no es a lo que estamos acostumbrados», ha explicado. Bajando al parqué, el técnico vizcaíno ha reconocido también las particularidades de los azpeiztiarras: Un equipo joven «con jugadores de primer nivel» complementado con gente de la casa que «sabe muy bien a lo que juegan, de manera solidaria. Que defiende y ataca bien, sabiendo para quién juega con los roles asumidos».
«Es un equipo que me gusta mucho, que ha ganado a equipos de la parte alta y que aquí estuvieron a punto de ganarnos. Vamos con la máxima humildad para jugar contra Iraurgi que es una empresa particularmente difícil para nosotros», ha sentenciado.
La cita, mañana a las 20.30. El domingo llegará el CB Prat, pero esa será otra historia.