ALBA GARCÍA LESMES: CUIDANDO LA RAÍZ DEL BASKET
Algunos aún no saben atarse los cordones. Incluso acarrean serias dificultades para sostener el balón por encima de su cabeza. Sin embargo, todos comparten una sonrisa mientras practican este deporte. Hablamos de nuestros niños y niñas del equipo ‘Baby’. Pero nadie mejor para hablarnos sobre esta categoría y su experiencia personal que su entrenadora, Alba García Lesmes, (Oviedo, 1994).
¿Cómo definirías la categoría ´Baby´?
El equipo está formado por niños/as de entre cinco y siete años, incluso hay alguno que aún tiene cuatro. Intentamos sobre todo que se diviertan a partir de comenzar a inculcar en ellos el baloncesto.
Cuéntanos tu trayectoria dentro de la familia OCB.
Podría decirse que llevo aquí toda la vida. Diez años en total. Comencé como jugadora pero poco a poco fui sintiendo curiosidad por ser entrenadora. Al principio aporté mi granito de arena en los campus y luego se me presentó la oportunidad de ejercer como entrenadora para este equipo y estoy muy contenta con este grupo. Estudio Educación Infantil, por lo que el trato con niños pequeños no supone un problema en ese sentido. En la actualidad juego en el equipo senior del Oviedo Club Baloncesto.
¿Consideras esto una especie de práctica para tus estudios?
No del todo. Es sobre todo una diversión para mí, pero también me gustaría darle continuidad a esta faceta como entrenadora. Colaboro entrenando a un equipo Alevín en otro colegio y espero seguir muchos más años como entrenadora sobre todo en categorías inferiores.
Supongo que es difícil organizar un entrenamiento para niños de esta edad.
A decir verdad, intentamos no realizar juegos propiamente dichos, pero sí llevar las actividades que tienen que realizar a una faceta de más ocio para que se enganchen y lo hagan con ganas. El bote es uno de los primeros conceptos que se necesita inculcar, pero con mucha paciencia porque, como te digo, la prioridad es que lo pasen todos bien mientras se empiezan a integrar en este deporte.
Y también imagino que tendrán sus momentos de trastadas.
Hay alguno que es bastante trasto, sí (risas). Procuro no reñirles pero para tenerles un poco controlados sí que les incentivo con pequeños premios y de esta manera es raro que no cumplan con los ejercicios.
¿Tenéis oportunidad de mediros a otros equipos?
Sí que es cierto que existen ligas de categoría ´Baby´ donde se encuentran otros equipos de diferentes clubes, sobre todo de colegios. Sin embargo, nosotros por el momento no participamos dentro de estas competiciones por tener a niños en edades tan dispares y consideramos más importante formarlos de manera individual.
¿Qué metas te propones con ellos y contigo misma como entrenadora?
Con ellos ser capaz, sobre todo, de conseguir que se diviertan y de que comiencen a sentir algo de cariño por este deporte para tenerles aquí de nuevo el próximo curso. Hay niños que vienen los fines de
semana a Pumarín para ver jugar a la primera plantilla y cosas como esa les hacen querer poco a poco más el básket. Como entrenadora continuar teniendo mucha paciencia con ellos y seguir viniendo con una sonrisa por el aprecio que le tengo a esta labor.
Y de esta manera, el deporte nos enseña una vez más cómo sirve de herramienta para la unión entre personas, la educación y formación y, sobre todo, una diversión que esperemos no se acabe nunca.

