Duro correctivo para el Alimerka OCB
El Alimerka Oviedo Baloncesto ha caído sin paliativos ante Amics Castelló por 83-61 en el partido correspondiente a la sexta jornada de la LEB Oro 23/24. En un encuentro sin historia en el que los ovetenses, salvo un arreón antes del descanso, no han comparecido en el Ciutat de Castelló, encajando parciales abultados, fallones hasta el extremo en todas las suertes: de uno, dos y tres puntos; en el rebote y en la lucha; y sin esa vis competitiva que les caracteriza, todo ha ido en contra. Lo bueno, que quedan, a la hora que se escribe esto, doce horas de autobús hasta Oviedo para pensar bien el porqué. Y siete días hasta enfrentar a Melilla Ciudad el Deporte el próximo día 11 en casa donde se aplaudirá sin importar que lo de hoy ha sido para un arrancarse los ojos a los valientes que a las nueve de la noche de un sábado hayan preferido esto de la Liga Plus a cenar con su señora (o señor) o poner al Barça en la radio.
El arranque ya fue malo. Malísimo. De un 0-2 de Horton a un 17-2. Sí, eso. Un 17-0 de parcial de un Amics Castelló que no se lo creía. Que sin hacer nada extraordinario en todo el partido y con la baja de Eric Stutz iba jugando a lo que quiso. Ni el tiempo de Javi Rodríguez a 5:12 del primer cuarto ni las variantes que propuso en pista frenaron la sangría. Sólo un arreón al final con cuatro puntos de Hall y un triple de Duscak, el mejor del OCB hoy, acercaban a diez a los visitantes finalizando el periodo (21-11).
En el segundo, de nuevo caraja generalizada para empezar y más allá. 39-17 para la máxima local hasta que el OCB encontró las piernas y el ritmo en los mejores minutos de la noche. Un lejano reflejo de lo que puede hacer este equipo y que, tampoco sin hacer nada extraordinario, después de ir perdiendo de 22, se entonó para acabar el cuarto con un 3-15 de parcial y maquillar, de nuevo a diez de diferencia, el marcador: 42-32.
Y ya. Cuando los más optimistas creían en la remontada el tercer cuarto cayó como una losa en la expedición visitante. Castelló anotó sus cuatro primeras canastas del segundo tiempo todas desde el triple. Una, dos, tres, cuatro y 54-37. Y ahí se acabó el partido. Desactivado Horton, errático Lobaco pese a su puntual acierto, fallones Amarante y Pérez y los pívots sumidos en el bosque de brazos local, el OCB dejó de competir. 65-45 al final del tercero y, en el cuarto, las máximas para los de Juan Orenga, 75-50, mediado el parcial hasta el interminable final 83-61.
Nunca llovió que no escampara.