El Alimerka OCB visita a Leyma Coruña
El Alimerka Oviedo Baloncesto visita mañana viernes (20.30 horas, Riazor, Vinx TV, LaLigasportsTV) a un Leyma Coruña enrachado con ocho victorias consecutivas y al acecho del segundo puesto de la clasificación. Una constante en este tríptico del calendario con ICG Força Lleida, Movistar Estudiantes y el conjunto herculino, la de medirse a los conjuntos que habitaban o habitan esa tercera plaza en estas últimas jornadas.
Así, y con el abismo que media desde ahí arriba hasta el pozo, el Alimerka OCB ha entrenado durante la semana con la confianza que da la victoria ante Estudiantes. Una que no contaba en los cálculos de nadie y que puede ser fundamental para lograr la permanencia el próximo 20 de mayo. Queda mucho, claro. Diez jornadas -con esta- por delante pero cada fin de semana todo va a apretar más.
Y si hablamos de calendario, de ritos a cumplir, de esas fechas que abren y cierran periodos vitales, al OCB el partido ante los gallegos siempre le ha supuesto una sonrisa. Como la alegría de una noche de San Juan o como el abrir un regalo el 6 de enero. Una obligación como comer el domingo con la suegra: Coruña, (casi siempre) victoria. Cosas inexplicables que tiene el deporte y que más allá del fetichismo de los números permite creer que un modesto puede pintar la cara a un pudiente dentro de cuatro líneas y durante cuarenta minutos. Sin ese margen de error del que vive la emoción, el deporte sería como preguntarle a un chat de inteligencia artificial la obviedad del presupuesto para cura definitiva de los que financian con su vicio las casas de apuestas.
Apostemos pues a que el equipo que menos puntos mete de la categoría le va a hacer partido a uno que se va a cerca de 85 cada noche; casi 100 en su casa en las últimas jornadas. Uno que cuenta con interiores temibles frente al mejor foco de anotación del OCB estas últimas semanas: Arteaga, Martí y Brown y pensemos que meigas, haberlas hailas y que, sin volvernos locos, algún triple alguna vez tiene que entrar.
El mejor dato para sostener lo anterior: Que Leyma recibe los mismos 77 puntos que el OCB. Los mismos. Y que el partido está ahí como ha advertido Guillermo Arenas en la previa. Una en la que ha avisado del alto rimo de juego de los de Epi y en la que ha prevenido a los suyos, dentro del respeto de la entidad del rival, que para ganar «hay que jugar bien» más que tomar tiros que Coruña quiera que el OCB tome, más que volverse loco tratando de subir la anotación exterior.
En cuanto a la salud de los diez profesionales, Arenas cuenta con la duda de Nigel Pruitt, lastimado hace quince días en su pie derecho y que se vistió ante Movistar Estudiantes pero al que ha dosificado durante toda la semana. Por otro lado, el técnico ocebista ha confirmado que Durand Scott, tras completar casi el cien por cien de las horas de pista disfrutadas esta semana en Pumarín, todavía no está al mismo nivel que sus compañeros tras dos años de inactividad y no comparecerá en el parqué de Riazor.
Poco más, es un Leyma-OCB. Un rito que se remonta diez años ha de sana rivalidad y que la plantilla se toma «como un reto». Igual que el encuentro de la primera vuelta aquel que con el 0-7 hizo albergar la primera esperanza de la primavera que recién asoma.