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Derrota del Alimerka OCB ante Ureta Tizona

El Alimerka Oviedo Baloncesto ha caído ante Grupo Ureta Tizona por 107-93 en un partido en el que nunca se ha sentido cómodo y siempre ha ido por detrás en el marcador en El Plantío burgalés. Pese a las actuaciones de Tanner Stuckman y Demetric Horton, 21 y 19 puntos respectivamente, el OCB nunca se ha encontrado en el rebote ni en el ritmo del partido y se ha medido a un rival excelso tanto en labores de intendencia como en acierto, especialmente en la primera mitad.

Porque en el primer cuarto, mientras los ovetenses esperaban que el partido les llegara, Tizona fue a por él. De un 16-11 apañado fuera de casa, los de Diego Ocampo se lo zamparon en la suya en un pispás. Con energía, con hambre. Tres triples seguidos y con un Jofresa inmenso llevaron el cuarto a guardar con 28-16. Una losa imposible de remontar el resto del partido.

Aunque el OCB lo intentó en el segundo y en tercero, con parciales ajustados en ambos, 31-28 y 22-26, los 11 aciertos en 15 intentos en la primera mitad desde más allá del arco de los locales pesaron como una losa para la expedición visitante que veía cómo le ganaban en lo suyo: en el acierto, en la intensidad y en encontrar al hombre adecuado en el momento justo.

Tampoco supieron los visitantes adaptarse a un partido de trinchera cuando a Tizona le interesó, de rimo lento y tropecientas faltas. Siempre abajo sobre los diez, sobre los quince puntos no hubo nada cómodo, nada que saliera automático. Nada a favor.

Ya en el último periodo y gracias al esfuerzo de Cosialls, que suyo será el ‘highlight’ de la jornada tras tapón y mate al contraataque, el de los mencionados Demetric y Tanner, el voluntarioso Martí y la intendencia de Sanz y Duscak, el OCB se encontró a 9 de diferencia y ocho minutos por jugar (84-75). Pese a lo escandaloso del marcador, había partido pero ya no se jugó a baloncesto. Cada contacto una falta, cada posesión un un parón. Y así fue imposible. Del agujero atrás y los 60 puntos al descanso se podía haber pasado a otro escenario. Sin embargo Tizona se siguió gustando y corrió y anotó y castigó. A Javi Rodríguez le expulsaron por protestar una técnica que no se vio por televisión y la diferencia acabó cantando más en el marcador y las sensaciones que en lo reflejado en la estadística.

Y mejor, el OCB está tras cuatro jornadas y luego de encarar un calendario muy complicado con dos victorias y dos derrotas en el casillero. Y el martes llega a Pumarín el líder invicto, Club Ourense Baloncesto. Una oportunidad perfecta para resarcirse.

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