EL Alimerka OCB se atasca en casa
El Alimerka Oviedo Baloncesto ha caído por 71-79 ante Melilla Ciudad del Deporte en la séptima jornada de la LEB oro 23/24. En un encuentro en los que los pupilos de Javi Rodríguez nunca se han encontrado cómodos salvo en los primeros diez minutos y en el que tras tratar de remontar en el último cuarto, el extraordinario acierto del rival ha dilapidado toda opción de victoria.
Llegaba Melilla a Pumarín como colista y cinco derrotas consecutivas pero con señas de recuperación tras un buen partido en casa ante HLA Alicante. De igual modo, el OCB buscó resarcirse de la derrota ante Amics Castelló sin fortuna. El acierto exterior de los norteafricanos, que han superado el porcentaje de triples que el del los locales en tiros libres, 13/28 por 6/16, acabó por enterrar las opciones de victoria.
Todo, tras un primer cuarto de ritmo vivo, de alternancias en el marcador y en el que el OCB emergió en cabeza tras un rush final con cuatro puntos de Marc Martí y un triple de Dan Duscak para el 23-19. Era la mayor ventaja del local que tuvo al mencionado Martí como mejor hombre en la primera mitad con 10 diez puntos. También el mejor al final de los 40 minutos con 19 tantos y 20 de valoración.
El segundo parcial fue para Melilla con toda claridad y un acierto tanto interior como exterior excelso. 7 de 13 triples al descanso. Con Óscar Alvarado a los mandos y variando los focos de anotación para una exigida defensa del OCB que llegó a poner el cuerpo y a puntear los tiros sin contundencia.
En ataque, además, a los locales les pesó la precipitación. De un 29-31 se pasó a un 29-38, la máxima hasta entonces mediado el cuarto. Peligroso para las intenciones del OCB, un palmeo de Tanner y una canasta de Horton frenaron la sangría momentáneamente pero de nuevo Melilla encontró los diez puntos de diferencia. Como en el primer cuarto, sólo un triple de uno de los bases, en este caso Josep Pérez, dejó el electrónico en 38-45.
En la reanudación Melilla abrió la espita del acierto. Tres triples visitantes ponían el más doce y sólo a arreones, bien de Pérez, bien de Stuckman, bien de Amarante, dejaban el parcial igualado y once abajo con diez minutos por jugar: 55-66.
Quedaba la traca final y los locales lo dieron todo. Precipitados, quizás. Con ansia, puede. Con ganas, todas. Pero sin acierto. El arreón inicial con cinco puntos de Martí lo empató Norelia con otros cinco. Y de nuevo el OCB tuvo arrestos para ponerse a seis, nada más. 65-71 y tiempo muerto de Rafa Monclova. Cuando otras veces Pumarín hubiera cerrado una remontada para los libros, no salió nada. Melilla metió triples a tablero, sacados desde la cintura y con 0,1 en el reloj. demasiada losa para un equipo sin la chispa de otros días.
Mulero secó a Horton, Norelia se mostró exuberante, Alvarado acertó de tres y el partido se fue a guardar en un esfuerzo coral de Melilla que salió justo vencedor frente a un OCB que pecó de juventud y de poso pero que lo dio todo. Lo uno se aprende, lo siguiente es innegociable y está. El próximo toca Leyma Coruña: sin nada que perder.