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La vida sigue igual

El Alimerka Oviedo Baloncesto ha salido derrotado por 90-60 en su visita a Movistar Estudiantes y, con esta, ya son 7 las derrotas que jalonan el casillero de los ovetenses en otras tantas jornadas de la liga LEB Oro 22/23.

Superados en todos los ámbitos del choque: el escenario, la intensidad, el ataque, la defensa… la vida sigue igual para el OCB que entregó la cuchara en apenas cuatro minutos de juego cuando los colegiales estamparon el primer sopapo en forma de 9-0 de parcial. Y así durante todo el partido.

A las tímidas reacciones visitantes, los de Javi Rodríguez solo necesitaban mover el balón dos veces o pedir un bloqueo para encontrar a un hombre liberado. Al final del primer cuarto, el 25-16 todavía hacía albergar alguna esperanza de seguir enganchado al partido. Al final del segundo, con los ex de Oviedo Atencia y Jorgensen anotando en un mal deja vu para la parroquia desplazada a Madrid -5 de 5 en triples el colombiano- el 53-34 ya estaba claro.

Porque el baloncesto de alto nivel no perdona. Cuando haces una cosa medio bien y dos mal, los parciales 5-0, 6-0, 4-0 te caen como una losa y así es imposible. Superados en el rebote, en el acierto exterior, en físico y pulmón, lo peor no es la derrota, es la imagen dada en la cancha más importante de la liga: con sponsors en la grada, con gente que se ha dejado lo que tiene para coronar un fin de semana apoyando al equipo.

Por quedarnos con lo bueno: La serie de rebeldía de Arteaga, renqueante, al filo del descanso; el desparpajo de Romeo Crouch (17 puntos, el mejor) que en un contexto más favorable parece que debería ser un hombre destacado en la liga; algún destello de Peñarroya y poco más.

En cuanto a las bajas con las que compareció el equipo en el Wizink Center, falta por recuperarse Thorir Thorbjarnarson de su problema muscular y Marc Martí, con un esguince de rodilla. El resto, sano, sin embargo, no dio la talla. Es la diferencia entre un equipo que pelea por volver donde debe y otro que todavía no se conoce a dos meses de haber arrancado la competición.

Una serie de catastróficas desdichas en forma de pasos, pérdidas, personales a destiempo… alumbraron el camino de los estudiantiles en el tercer cuarto y cuando lo normal era perder de 20, más-menos, en el postrer periodo la cuerda se acabó de romper por el lado más débil hasta los 30.

El domingo que viene en horario vermú y con descuento para valientes (12.30, 5 euros público general), llega Leyma Coruña. De la mano de todos está levantar esto, la salvación ahora mismo está a tres victorias.